Un paso fundamental para hacerle frente a las desigualdades es expandir el conocimiento que se queda en entornos académicos. Por eso, cuestionar y estudiar la manera en la que se ha contado la realidad económica y cómo los economistas transmiten sus ideas hace parte del proceso de TREES de buscar conectar con públicos más amplios.
Para lograr ir más allá de la academia, el componente de Divulgación quiere no solo comunicar lo que hacen Investigación y Enseñanza, sino hacerlo de una manera que reconstruya las narrativas acerca de lo que significa ser economista y de lo que son las desigualdades. “Queremos reescribir la narrativa de que los economistas estamos desconectados de la realidad”, afirma Juan Camilo Cárdenas, líder del Componente de Divulgación.
Cárdenas, quien además es ingeniero industrial, PhD en Economía Ambiental y de Recursos de la Universidad de Massachusetts Amherst, y director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), dice: “Para TREES es muy importante tener un impacto en la sociedad. Nos planteamos enseñar, comunicar y aproximarnos mejor a las audiencias, al público en general. La divulgación responde de manera práctica al cómo presentar las ideas que surgen a propósito de las investigaciones de las desigualdades desde el sur global”.
De este modo, el eje central del componente de Divulgación es pensar en ese cómo. Las y los economistas han sido expertos en el qué, pero se les dificulta contar los resultados de sus investigaciones con un lenguaje no académico, sencillo, que logre transmitir el mensaje sin perder la complejidad y profundidad del conocimiento.
Por eso, la pregunta por la manera en la que se cuenta la realidad económica es vital. Sin duda, las respuestas por ese cómo aún están en construcción, pues se darán a través del diálogo con otras disciplinas, que es parte de la esencia de TREES.
“Estamos trabajando en un proyecto de investigación en colaboración con la profesora Catalina Uribe, PhD en retórica y comunicación pública, para ver cómo estudiamos la construcción de los mensajes, cómo se comunican, cómo se perciben en el público general y qué tan persuasivos son o no los y las economistas cuando comunican una idea sobre una propuesta técnica, obviamente política, que tiene un impacto sobre la sociedad”, explica Cárdenas.
Este estudio, en el que también participa Leopoldo Fergusson, responsable del componente de Investigación, busca entender, además, cómo se podría mejorar la capacidad de comunicación de los y las economistas para lograr el objetivo de TREES de tener mayor alcance e impacto.
Por otro lado, Cárdenas considera que en la construcción colectiva —que vincula a la academia con la sociedad— es en donde “se evita la desconexión entre las ideas económicas y la audiencia en general”. Cuando se logra salir de la academia y crear puentes con la ciudadanía, es posible empezar a deconstruir la idea de que el conocimiento económico está restringido solo para un tipo de público: el que tiene el saber, lo que también ha contribuido a perpetuar desigualdades en el acceso a la información.
Explicar adecuadamente los asuntos económicos no es algo menor, pues la desconexión entre el conocimiento y la realidad no solo produce tensiones sociales, sino también levantamientos, como sucedió con el estallido social en Colombia en el 2021. Así lo Explica Cárdenas: “El estallido social se disparó de una reforma tributaria promovida por economistas técnicos que no leyeron la realidad. Además, el momento histórico fue mal escogido. La reforma era buena, tenía elementos importantes, pero por esa desconexión, entre el conocimiento técnico y la realidad social, estuvo mal explicada. Ahí no hubo una buena escucha, ni una adecuada divulgación”.
En este sentido, el componente de Divulgación de TREES busca desmitificar y eliminar la torre de marfil —esa metáfora que describe a los investigadores que, alejados, generan conocimiento que no impacta a su sociedad— y en la que diversos sectores ubican a los profesionales en economía. El propósito es construir conversaciones aterrizadas y relevantes sobre la realidad económica de la región. Se trata de demostrar que un asunto, que concierne al público general, es interesante y puede ser fácil de comprender.
“El outreach no es un broadcasting de adentro para afuera. No es montar una emisora. En estas, tarde o temprano los oyentes llaman y se construyen conversaciones. Y en esa conversación de ida y vuelta se actualiza y mejora el contenido y las metodologías. Por eso, outreach no es solamente formar estudiantes, es también brindar información y formación”, afirma Cárdenas.
En otras palabras: el conocimiento debe tener un impacto en la sociedad. Esta es la razón por la que uno de los objetivos de TREES es generar diálogos políticos y públicos: “Queremos incidir en las conversaciones que se dan en el Senado de la República y en juntas directivas de grandes empresas”, dice Cárdenas. Es de esa manera que se une la teoría y la práctica, demostrando que los economistas crean conocimientos aplicables que contribuyen positivamente no solo al crecimiento económico del país, sino al desarrollo social y, con ello, a la creación de soluciones para hacerle frente a las desigualdades desde el sur global.
